Con el objetivo de hacer frente a las nuevas necesidades educativas presentes en las aulas navarras, el departamento de Educación ha decidido reestructurar el Centro de Recursos de Educación Especial de Navarra (Creena), que cada año atiende a unos 450 escolares con discapacidad visual, motórica, auditiva, psíquica; con trastornos de conducta y altas capacidades. El departamento quiere añadir tres nuevos colectivos (alumnado con condiciones sociocultural desfavorables, con dificultades de aprendizaje e inmigrantes), pero manteniendo la misma plantilla. Dicho de otro modo: más usuarios para los mismos profesionales. "Esto supone una merma de la calidad en la respuesta educativa a los alumnos con discapacidad visual, auditiva conductual psíquica y motora, ya que en proporción los profesionales se reducen sustancialmente", afirma la responsable del equipo motórico, Nieves López, quien también lamenta la pérdida de la filosofía de la especialización.

La restructuación adoptada por el departamento no ha sido bien recibido por los profesionales que trabajan en el Creena, que a partir de ahora pasará a denominarse Creena (Centro de Recursos Educativos de Navarra). Las formas no han sido las más adecuadas (una propuesta informal sin valor administrativo) aunque lo más criticable, en opinión de Tomás Larumbe, responsable del equipo de visual, "es que no se ha llevado a cabo ningún procedimiento sistemático de evaluación para justificar y avalar esta reforma". No ha habido debate con los profesionales del centro, no está contrastada por estudios ni foros de investigación ni tampoco ha sido evaluada por los centros escolares ni las familias.

Estos profesionales comparten la idea central que promueve la reestructuración: la necesaria adaptación a los cambios que está experimentando la escuela de hoy en día. "Pero la ampliación de los ámbitos de actuación no debe ir en detrimento de la labor que ahora realizamos con los alumnos con discapacidad física, sensorial, motórica y con trastornos conductuales y de altas capacidades. Se necesitan más recursos", explica Pilar Marco, responsable del equipo de conducta y altas capacidades.

pérdida de especialización La nueva propuesta elimina los actuales equipos específicos existentes para cada necesidad, que se integraban en el área de valoración y apoyo educativo, y crean, señala López, "un equipo amplio de personas que pertenecen a una misma área de valoración y medios que se encargarán de asesorar en función de las demandas que vayan apareciendo en los centros". El equipo de visual, por ejemplo, pasa de tener un orientador y tres profesores de Pedagogía Terapéutica a tener un orientador y un profesor.

El número de profesionales se mantiene, pero varían los perfiles requeridos, ya que la especialización se reduce. "Eliminan ocho profesores de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje y los sustituyen por siete profesores de ámbito de Educación Primaria y Secundaria que asesorarán en función de la demanda", destaca Marco. Asimismo, la propuesta no contempla ni a los fisioterapeutas (14) ni al monitor de piscina, pertenecientes al equipo de motórico, "y no da explicaciones sobre su futuro".

En opinión de estos profesionales, la nueva propuesta va a suponer un detrimento en la atención a los alumnos con necesidades educativas especiales (unos 450 cada año) tanto por la disminución proporcional de la plantilla como por la pérdida de la especialización. No comprenden por qué el departamento ha tomado esta determinación cuando este centro ha sido referente a nivel estatal e internacional (cuenta con notable prestigio) y creen que los criterios economicistas han podido ser la causa de esta reestructuración.

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21/05/2009