"La recuperación en el trastorno mental es un paradigma novedoso respecto a cómo afrontar las patologías de los pacientes, especialmente en los casos graves", según ha explicado a DM Domingo Díaz del Peral, director de la Unidad de Gestión Clínica de Almería, que ha participado en el curso Recuperación en el Trastorno Mental Grave: nuevas perspectivas, impartido en la Escuela Andaluza de Salud Pública. La jornada es el comienzo de un trabajo más largo que recoge el II Plan Integral de Salud Mental de Andalucía, según el cual el modelo debería ser el marco en el que se realice la actividad asistencial.
Así, se considera que las personas que padecen un trastorno de salud mental pueden recuperar su proyecto de vida y sus capacidades. Es un soporte para actuar de forma más flexible. "El acento se aleja un poco de la observación permanente de la patología y de los síntomas, acercándose a la salud y a la fortaleza personal para conseguir el bienestar".
Frente al diagnóstico que antes conllevaba una especie de condena, una atribución de vida rota, ahora se habla de esperanza para asumir el control de la vida, recibir apoyos y ver que otros también lo consiguen. "Las relaciones terapéuticas evolucionan hasta un papel del médico como acompañante que asesora en el proceso de crecimiento. Para esto, contar con un equipo multidisciplinar es imprescindible".
Así, en la recuperación es básica la inclusión social, en la que aparece el estigma -respecto a las creencias y actitudeshacia los pacientes, a las promociones profesionales, a las relaciones personales y a las visiones de los servicios de salud y de los profesionales. También tiene que ver con la percepción, en parte inducida, del paciente sobre sus posibilidades reales en la sociedad. "Se tiende a pensar en el paciente como un enfermo, no una persona que padece, y se le atribuyen conductas sin validez científica pero que le marcan como peligroso o violento".
Para implantar el programa, que ya se está realizando en Reino Unido, Escocia, y Nueva Zelanda, es necesario cambiar los servicios y formar a los profesionales en habilidades favorables al acompañamiento y el apoyo personal para que el paciente desarrolle un nuevo sentido en su vida, y crezca más allá de los efectos catastróficos de la salud mental.
En cuanto a la adherencia al tratamiento, la recuperación entiende que es más importante saber por qué no quieren tomar su fármaco, que explicarles su beneficio. Se trata de tomar el control de la vida teniendo en cuenta la enfermedad. No se trata de negarla: la patología es parte de uno, pero no es la persona.
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21/12/2008