La Comunidad Valenciana encabeza el aumento del fracaso escolar en España y esa realidad se refleja también en las consultas de los especialistas, que han visto como durante los meses de verano se han multiplicado los casos. "Supone la causa más frecuente de las nuevas visitas y prácticamente se han duplicado", explica la directora de la unidad de psiquiatría infantil y del adolescente de la Clínica Mediterránea de Neurociencias, Auxiliadora Javaloyes. En cuanto a las causas, apunta al "auge de los trastornos de conducta y emocionales" debido, entre otros factores, "a la falta de control sobre los hijos, la menor exigencia en el colegio, el acoso escolar, el abuso de los videojuegos y el cambio de valores en la sociedad".

Existen dos tipos de fracaso escolar. El primero de ellos está relacionado con los problemas de aprendizaje, como la dislexia, o con una discapacidad intelectual. Según Javaloyes suponen aproximadamente la mitad de los casos y se suelen diagnosticar antes de los 6 ó 7 años. El segundo grupo es el causado por problemas emocionales y de conducta que "pese a ser los que se pueden prevenir, van a más y provocan el incremento de las consultas".

La especialista explica que estos últimos casos surgen entre los 11 y 16 años, cuando los menores comienzan a suspender de repente. Desde que finalizó el último curso, por su consulta han pasado una veintena de familias cada mes con esta problemática, un 70% de las nuevas visitas. En ocasiones, "el fracaso es un signo de alarma ante la existencia de un problema mental", explica Javaloyes, quien indica que "puede ir acompañado de otros síntomas". De esta forma, la bajada del rendimiento "suele ir relacionada con problemas de salud como depresión o ansiedad, con un trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) no diagnosticado y también con la crisis de la adolescencia, desmotivación o consumo de drogas".

Por ello, considera que "los padres deben solicitar una evaluación del niño por parte de especialistas cuando se detecte un problema de este tipo". Así lo han hecho decenas de familias que, tras los pésimos resultados obtenidos por los menores durante el último curso, han acudido a su consulta en busca de un tratamiento antes de los exámenes de septiembre o del inicio del nuevo curso.

Los tratamientos pasan por técnicas de aprendizaje y por terapia familiar, pues "los padres deben fomentar la autonomía, la lectura, la organización, la disciplina y el control sobre sus hijos". En el caso de los trastornos de hiperactividad "también ayuda el tratamiento farmacológico y los niños pueden mejorar mucho", añade.

Por las consultas de los pediatras también llegan casos, pero "lo hacen ocasionalmente, porque los psicopedagogos de los centros escolares los reconducen a unidades de salud mental cuando van unidos a otra patología", argumenta el pediatra Antonio Redondo, quien confirma que "el aumento del pasotismo en adolescentes conlleva un incremento de la problemática escolar en su conjunto, no sólo del fracaso".

Informacion.es
28/09/2008