Un trabajo aparecido en "The New England Journal of Medicine" muestra que los niños nacidos prematuramente cuyas madres recibieron sulfato de magnesio por vía intravenosa –tratamiento utilizado habitualmente para retrasar el parto- tienen menos probabilidades de desarrollar parálisis cerebral.
El estudio ha sido llevado a cabo por investigadores de la Red de Unidades de Medicina Materno-Fetal, dependiente del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD) de Estados Unidos.
Los autores partieron de la idea de que el sulfato de magnesio protege frente a la parálisis cerebral porque es capaz de estabilizar los vasos sanguíneos, protege frente a la falta de oxígeno y frente a las lesiones derivadas de la inflamación.
La investigación se llevó a cabo en 20 centros de investigación. Ya en 1995 se mostró en un estudio que la administración del sulfato de magnesio a mujeres que daban a luz prematuramente parecía proteger a sus hijos frente a la parálisis cerebral. Posteriormente, dos grandes estudios ofrecieron resultados no concluyentes.
No obstante, la nueva investigación se considera la mayor y más importante realizada hasta la fecha sobre el tema. Participaron mujeres que se encontraban entre las semanas 24 y 31 de la gestación y con riesgo de dar a luz prematuramente. Cuando llegó el parto, fueron aleatoriamente distribuidas en dos grupos para recibir sulfato de magnesio o placebo.
En los resultados se tuvieron en cuenta los casos de parálisis cerebral moderada a grave (se excluyeron los casos leves, ya que suelen desaparecer con el tiempo). En el grupo de madres que recibieron sulfato de magnesio, la prevalencia de parálisis cerebral en los niños fue del 1,9%. En el grupo placebo fue del 3,5%. La proporción de casos de muerte entre estos niños prematuros fue similar en ambos grupos.
En cifras absolutas, la parálisis cerebral se diagnosticó en 41 niños de 942 embarazos en los que la madre recibió el sulfato de magnesio. En el grupo placebo, que incluyó a 1.002 gestantes, el número de casos fue de 74.
Para los expertos, se trata de un gran avance, y consideran que los obstetras pueden utilizar el sulfato de magnesio para reducir el riesgo de esta enfermedad en niños prematuros.
New England Journal of Medicine 2008;359:895-905
6/09/2008