Investigadores de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) investigan un dispositivo experimental que posibilitará que los niños invidentes puedan oír los colores.
El proyecto Col-diesis llevado a cabo por la Unidad de Gráficos, Visión por Ordenador e Inteligencia Artificial de la UIB se basa en la “sinestesia”, que es la capacidad de asociar con un sentido lo que se percibe mediante otro sentido, según explica el profesor del departamento de Informática y Matemáticas de la UIB, Francisco Perales, responsable de esta iniciativa científica.
"Se intenta demostrar neurológicamente que, en las personas dotadas de sinestesia, existen conexiones reales entre las áreas auditivas y visuales, o las áreas cerebrales del gusto y el olor", asegura Perales. Según el científico, se trata de "encontrar la asociación entre un sentido y otro, para que la persona pueda poner a cada color un significado, algo más sencillo en el caso de los invidentes porque si una persona carece de un sentido, se potencia otro que permita crear esas asociaciones".
Desde el año 2007 este equipo lleva trabajando en la creación de una batería de colores y sonidos, asociados entre sí, analizando cuál es la mejor respuesta para que los niños ciegos puedan aprender conceptos que no ven.
Para llegar a esta conclusión se parte de la premisa de que la asociación es subjetiva ya que cada persona vincula un color a una nota musical distinta, “hay puntos comunes, como que todo el mundo asocia los colores claros a sonidos agudos y los oscuros a sonidos graves", afirma Perales.
De esta manera se combina neurología e inteligencia artificial al reflejar el análisis de un pequeño ordenador musical. Esta computadora posee una serie de juegos, como por ejemplo el utilizado en la Feria de la Ciencia, en la que los niños van probando un cuadro y en función de los colores que utilizan, van oyendo los distintos sonidos que genera.
Ya se ha diseñado y fabricado un prototipo, con la apariencia de ordenador que se está probando con niños con Síndrome de Down, y se espera en un futuro experimentarlo con niños ciegos y con autismo.
El Pais
11/07/2008