El Departamento vasco de Sanidad (Osakidetza) realizará a finales de 2009 pruebas de cribado prenatal de Síndrome de Down y otras anomalías cromosómicas a embarazadas de cualquier edad, con el objetivo de detectar el 90 por ciento de los casos y reducir el número de pruebas prenatales invasivas mediante amniocentesis, que se seguirán realizando en caso de detectarse riesgos a mujeres mayores de 35 años, según informó hoy el consejero de Sanidad, Gabriel Inclán.
Inclán, acompañado de la directora de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, Michol González Torres, y de la directora de Planificación y Ordenación Sanitaria, Marisa Arteagoitia, presentó hoy en Bilbao el nuevo programa de cribado prenatal del Síndrome de Down y otras anomalías cromosómicas, que supondrá un coste adicional anual de un millón de euros
El consejero de Sanidad señaló que las anomalías congénitas constituyen la segunda causa de mortalidad en menores de un año, con un porcentaje entre el 20,8 por ciento y el 32,8 por ciento en el periodo 2000-2005. Según dio a conocer, en 2005 se detectaron 428 anomalías congénitas en la Comunidad Autónoma Vasca y, en relación a la mortalidad perinatal, los datos de Euskadi determinan que al menos el 9,6 por ciento de los casos son debidos a anomalías congénitas y otras anomalías cromosómicas.
Entre estas últimas, el Síndrome de Down representa el trastorno cromosómico más frecuente, el síndrome malformativo más común y una de las causas más frecuentes de retraso mental. Inclán señaló que en 2005 se detectaron en Euskadi 66 casos de Síndrome de Down, de los que 54 casos fueron detectados prenatalmente y 12 casos se diagnosticaron al nacimiento o en el periodo postnatal. De estos 12 casos, nueve lo fueron en madres menores de 35 años.
El consejero de Sanidad destacó que en lo relativo al diagnóstico prenatal del Síndrome de Down, la Comunidad Autónoma Vasca ocupa un lugar 'preminente' en el contexto europeo, con una tasa del 80 por ciento después de Suiza (92%9 y la región de Paris (90%). Esto, dijo, se debe en gran medida a que la tasa de detección en mujeres mayores de 35 años es muy alta por la oferta de la amniocentesis.
Sin embargo, recordó que la prueba de la amniocentesis es un procedimiento invasivo que conlleva ciertos riesgos, como la pérdida fetal que se produce aproximadamente en el 1 por ciento de los casos y que, en su opinión, justifica la necesidad de establecer indicaciones precisas para el mismo.
Inclán señaló que al limitar la amniocentesis a mujeres mayores de 35 años, la mayoría de los casos que no se detectan prenatalmente corresponden a las menores de 35 años. Por ello, explicó, que Osakidetza ha trabajado en la búsqueda de las mejores alternativas para proporcionar una prueba de cribado del síndrome de Down y otras cromosopatías a todas las mujeres embarazadas de Euskadi que fuera eficaz, es decir, capaz de detectar entre el 85 y el 90 por ciento de los casos, y segura, de forma que minimice los efectos secundarios como pérdidas fetales por realización de pruebas prenatales invasivas.
Asimismo, explicó que para el diseño de una alternativa válida para Euskadi han tenido en cuenta el criterio de los ginecólogos, la evidencia científica disponible, las experiencias llevadas a cabo a nivel estatal e internacional y el análisis de factibilidad de su implantación.
En ese sentido, señaló que actualmente existen pruebas de cribado prenatal basadas en la determinación de marcadores bioquímicos y/o ecográficos que permiten 'acercarnos al 90 por ciento de tasa de detección prenatal del síndrome de Down, con una reducción importante de las pérdidas fetales' y evitar la realización de un número considerable de pruebas prenatales invasivas mediante amniocentesis y, con ello, de pérdidas fetales.
Además, estas pruebas detectan otras trisonomías como la trisonomía 13 o síndrome de Patau, del que se dieron cinco casos en 2005, y la trisonomía 18 o síndrome de Edwards (14 casos en 2005).
Por todo ello, el Departamento de Sanidad ha decidido implantar el programa de cribado prenatal de síndrome de Down y otras anomalías cromosómicas a partir de este mismo año, aunque no llegará a todas las embarazadas hasta finales de 2009. Dentro del Estado, estas pruebas únicamente se llevan a cabo en Navarra y se está implantando su utilización en Asturias.
PRIMER TRIMESTRE
De entre las técnicas disponibles, Osakidetza iniciará el programa con la prueba combinada del primer trimestre que utiliza dos marcadores bioquímicos y uno ecográfico (Translucencia nucal) entre las semanas 11 y 13 de embarazo, además de la edad.
El programa se centralizará en nueve centros denominados TN, donde se llevará a cabo la medición de la Translucencia nucal y la elaboración del informe de riesgo por parte de los ecografistas, que se corresponden con los nueve hospitales desde los que se organiza el control del embarazo. Estos centros, ubicados en los hospitales de Cruces, Basurto, Galdakao, Donostia, Bidasoa, Zumarraga, Alto Deba, Medaro y Txagorritxu, informarán a la mujer del resultado y alternativas para seguir el proceso si el riesgo es alto.
Asimismo, se designarán cinco laboratorios de referencia que recibirán las muestras de todo el Territorio y emitirán los resultados analíticos que vía informática lleguen a los centros TN. estos laboratorios se ubicarán en los hospitales de Cruces, Basurto, Galdakao, Txagorritxu y Donostia.
FASES
La implantación del programa se realizará por fases. La fase piloto se llevará a cabo en un ámbito reducido de cada uno de los nueve centros TN y su objetivo será el poner en funcionamiento el proceso de cribado en todas sus actividades: captación, fase analítica, fase ecográfica, informe de riesgo y funcionamiento del programa informativo, proceso informativo y derivación a fase de diagnóstico de certeza e IVE si procede. Esta previsto llevarla a cabo en el último trimestre de este año 2008.
La fase de desarrollo del programa supone la extensión del programa todo el territorio de la Comunidad Autónoma Vasca y la fase de consolidación incluye la evaluación y mejora continua del programa.
Inclán destacó que este programa supondrá una importante reducción del número de amniocentesis que, en cualquier caso, se seguirán realizando de manera preventiva a mujeres mayores de 35 años cuando así lo soliciten y, además, permite detectar el riesgo elevado en el primer trimestre, 'con el tiempo para la toma de decisiones posteriores'.
También señaló que estas pruebas de cribado mejoran el proceso de control ecográfico del embarazo al homogeneizar pautas de actuación y aprovecha el proceso de control de embarazo actual, no generando más visitas a las mujeres ni distorsión en el circuito de atención existente.
Terra Actualidad - Europa Press
28/06/2008