Alrededor de 600.000 personas lograron evitar la llamada "ceguera de los ríos" -causada por parásitos Onchocerca volvulus, inoculados por el mosquito simúlido, que vive en los ríos de África Occidental- gracias al Programa de Lucha contra la Oncocercosis (OCP) lanzado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace ahora 30 años, según informa este organismo en un comunicado.
Durante las tres décadas en las que se ha desarrollado esta iniciativa, que concluirá el próximo viernes, el personal del programa hizo posible además que miles de campesinos pudieran volver a cultivar 25 millones de hectáreas de tierra fértil situada a orillas de los ríos, una extensión que según la OMS es suficiente para alimentar a 17 millones de personas.
Asimismo, la OMS destaca que el esfuerzo ha conseguido igualmente que 18 millones de personas hayan crecido sin la amenaza de esta enfermedad, que al inicio de la campaña era responsable de la ceguera total de un 10% de la población de las zonas más afectadas y de graves defectos de visión en el 30%.
La evidencia de que la ceguera guardaba algún tipo de relación con los ríos llevó a los campesinos a abandonar hasta 250.000 kilómetros cuadrados de explotaciones agrícolas, lo que en términos de pérdidas económicas equivalía a 30 millones de dólares anuales, según un estudio de principios de los años setenta citado por la organización internacional.
Según explicó su directora general, la Dra. Gro Harlem Brundtland, "el éxito de este programa permite concebir grandes sueños porque ha demostrado que se pueden lograr imposibles y aliviar la carga que soportan varios millones de personas especialmente necesitadas".
Entre los objetivos logrados por la campaña, que consistió en el rociado semanal con larvicida un área de 1,3 millones de kilómetros cuadrados habitada por 30 millones de personas, la OMS destaca el hecho de que la oncocercosis haya dejado de ser un problema de salud pública en el África occidental y un impedimento para el desarrollo socioeconómico.
Asimismo, el programa ha logrado que los países de la región estén en condiciones de continuar las actividades de vigilancia ante una eventual reaparición de la enfermedad, señala la OMS.
9/12/2002