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La estimulación prenatal es el proceso que promueve el aprendizaje en los bebés aún en el útero, optimizando su desarrollo mental y sensorial.
Diversos estudios sugieren que es posible promover el desarrollo del cerebro del niño antes de nacer. Investigaciones han demostrado que los toques en el vientre, sonidos suaves y melodiosos, o el sonido de la voz -especialmente el de la madre- son placenteros para el bebé.
Sin embargo, el bebé puede aprender a relacionar estos estímulos a sus significados sólo si son presentados en una manera organizada; de otra forma probablemente los olvide o los ignore.
Tiene que enseñarle al bebé que estos estímulos tienen un significado relacionado al presentarlos en un contexto coherente y repetitivo. Es sabido que cuando las experiencias ocurren en un patrón determinado y consistente pueden ser mejor organizadas en el cerebro del bebé y ser usadas luego en circunstancias similares mediante asociación.
La ex Decana del Colegio de Obstetras del Perú, Rosa Elena Lara Valderrama, refiere que el cerebro humano está formado por células, las mismas que forman redes y conexiones; éstas a su vez, forman nuevas conexiones neuronales cada vez que se estimula al cerebro de manera adecuada. “cuanto más sea el número de conexiones, mayor será el número de neuronas interconectadas. Esto determinará la inteligencia y los parámetros sociales y emocionales del recién nacido”, aseguró.
Los bebés estimulados antes de nacer, tienden a exhibir un mayor desarrollo visual, auditivo y motor. “Tienen también mayor capacidad de aprendizaje y superiores coeficientes de inteligencia”, concluyó.
Según el punto de vista médico, el desarrollo de un ser humano en el vientre materno consta de tres etapas:
Desarrollo precoz: 0 a 3 semanas, Organogénesis: 4 a 8 semanas. En este período se forman los órganos y los sentidos, y Período fetal: 9 a 40 semanas. El feto ya conformado por completo, crece y se prepara para el nacimiento.
Tomando en cuenta estas etapas de desarrollo, es posible señalar que desde las 4 semanas el feto siente, por lo tanto, es capaz de percibir los estímulos que vienen desde el exterior.
Según Lara Valderrama, "más que la estimulación, lo importante es el trato y los mensajes de aceptación o rechazo que recibe el feto. Los bebés que han sido queridos desde antes de nacer suelen ser plácidos y felices. La estimulación permite integrar al bebé a la cotidianidad desde que está en la barriga y va preparando el terreno para la lactancia materna".
Los ejercicios suelen ser gratificantes para los padres, ya que les permite tomar conciencia de que sus emociones y actitudes repercuten en el bebé.
Agencia de noticias Órbita.
1/06/2008