Las personas con dislexia piensan más en términos de imágenes que de palabras y agudizan más los cinco sentidos para percibir y relacionarse con su entorno. También suelen tener una gran capacidad creativa y un alto grado de inteligencia.

Dislexia no es sinónimo de genialidad o habilidades especiales, pero sí conviene recordar que la larga lista de personajes famosos con dislexia incluye científicos como Albert Einstein, artistas como Leonardo da Vinci o Pablo Picasso, políticos como Winston Churchill, actores como Tom Cruise y deportistas como el piloto de Fórmula 1 Jackie Stewart.



UNA CODIFICACIÓN DIFERENTE



La dislexia es básicamente una desconexión entre letras y sonidos, una dificultad para establecer la relación entre lo que se ve, se habla y se escribe. Las letras bailan y se apelotonan frente al niño disléxico, tiene dificultades para asociar la imagen de la letra y su sonido, para traducir en vocablos las palabras escritas.

Hay distintos grados de dislexia y todos ellos se tratan, pero no desaparecen, ya que su origen está en las conexiones neuronales del cerebro. Es una disfunción neuronal que afecta al feto y que puede tener origen genético, aunque esto no está totalmente probado.

Básicamente, la persona con dislexia codifica de forma distinta la información relacionada con el lenguaje.



DETECCIÓN PRECOZ



Lo más importante para tratar la dislexia es su detección lo antes posible, cuando el niño está aprendiendo sus primeras letras. La atención de los padres es primordial para detectar la dislexia en sus hijos.

Hay muchas formas de averiguar si el pequeño sufre dislexia. Por ejemplo, se puede jugar con el niño a asociar letras y sonidos, hacer rimas con palabras, distinguir entre derecha e izquierda, memorizar los días de la semana, pronunciar palabras largas, etc.

Por lo general la dislexia se hace notar en la escuela primaria, pero en algunos niños se hace patente cuando crecen y el nivel de aprendizaje requiere una sintaxis más compleja o unos textos de lectura y escritura más largos.

En ocasiones, la dislexia va acompañada de cierta torpeza de movimientos, y el conjunto de factores puede llevar padres y profesores a tachar de torpe, vago y tonto al niño con esta particularidad.



LA MEJOR AYUDA PARA EL NIÑO DISLÉXICO



La confusión que se crea en la mente del niño durante el aprendizaje, le lleva al aburrimiento, el desinterés y al mismo tiempo la frustración por su dificultad para poder seguir las clases. Esto se traduce o bien en una gran rebeldía o en un gran retraimiento.

Los niños con dislexia precisan una educación y una atención especial. Como todos sus compañeros, aprenderá a leer, escribir y expresarse. Pero lo hará siguiendo su propio ritmo.

Es muy importante que reciba ayuda y apoyo durante el aprendizaje, y también lo es descubrir y potenciar en el pequeño otras aptitudes, como la música, la pintura, el deporte, y un largo etcétera.

El niño con dislexia puede sufrir una merma de su autoestima, por lo que para que ello no ocurra hay que animarle en su aprendizaje, y destacar sus triunfos más que sus fracasos, de forma que sus logros sean un acicate adicional para sus avances.



peza de movimientos, y el conjunto de factores puede llevar padres y profesores a tachar de torpe, vago y tonto al niño con esta particularidad.





DISTINTOS TIPOS DE DISLEXIA



Algunos estudios establecen dos tipos distintos de dislexia: visual y auditiva.

La primera hace que el cerebro perciba con dificultad las palabras completas y está relacionada con el aprendizaje visual de letras y números. La auditiva se relaciona con los problemas para diferencias los sonidos de las palabras y las letras, y para establecer una relación entre una letra y su sonido. Por lo general, en el niño con dislexia se da una combinación de las dos.

Ciertas investigaciones recientes apuntan que el sistema de escritura de cada idioma es también un factor en el mayor o menor porcentaje de niños con problemas de dislexia. Así, los idiomas que como el chino o el japonés tienen una escritura basada en ideogramas y no en letras y fonemas, hacen que su aprendizaje sea mucho más fácil para los estudiantes con dislexia.

Un ideograma es la representación de una idea, ser, palabra o frase sin necesidad de representar cada una de sus sílabas.





Los idiomas más próximos al latín, como el español, el italiano y en menor medida el francés, que tienen una representación gráfica muy similar a la pronunciada presentan menos problemas para los alumnos con dislexia que otros idiomas como el inglés o el alemán.

http://salud.latino.msn.com
17/05/2008