Un nuevo antipsicóticos podría ser eficaz en el tratamiento de los trastornos graves del comportamiento en autistas de entre 5 a 17 años, según indica un estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), en Estados Unidos, publicado en la revista científica ‘New England Journal of Medicine’.

El autismo es una enfermedad crónica que aparece en la primera infancia y se caracteriza por problemas importantes en la capacidad de relacionarse, retraso idiomático y restrictivos patrones de comportamiento. Aunque las causas del autismo son desconocidas en la mayoría de los casos, la evidencia de que se dispone indica que se asocia con anormalidades en el desarrollo cerebral. Además, diversos estudios en familias y gemelos indican una importante contribución genética.

Junto con los síntomas principales, los niños con autismo muestran con frecuencia trastornos del comportamiento, como autolesiones, agresividad, hiperactividad y rabietas en respuesta a las exigencias rutinarias del entorno. En estos casos, la terapia de comportamiento y la medicación son las principales formas de tratamiento.

En este estudio multisectorial participaron 101 niños y adolescentes de entre 5 a 17 años a quienes se administró el nuevo antipsicótico risperidona o placebo, una sustancia inocua empleada para comprobar la eficacia de un fármaco.

Los datos indicaron que la risperidona es significativamente más efectiva que el placebo en la mejora del comportamiento. El 69 por ciento de los niños que tomaron risperidona experimentaron una importante mejoría, comparado con el 12 por ciento del grupo al que se le suministró placebo. Asimismo, se registraron muy poco efectos secundarios neurológicos, si bien se asoció con un aumento sustancial en el peso corporal.

“ Aunque este estudio no buscaba tratar los síntomas centrales del autismo, nuestros hallazgos sugieren que la risperidona puede ser útil en el tratamiento moderado de los problemas graves de comportamiento que estén asociados al autismo en niños,” ha explicado Lawrence Scahill, coordinador del trabajo.

11/11/2002