Las salas de hospital decoradas con imágenes de payasos asustan a los niños, sugiere un estudio llevado a cabo en la Universidad de Sheffield, Inglaterra.
Cualquiera que haya leído la novela de Stephen King "Eso" seguramente no elegiría estos motivos para decorar una sala infantil en un centro médico.
¿Pero por qué estas caras sonrientes y pintadas de vivos colores se han convertido en "el terror" de los niños?
Uno puede llegar a sospechar que la culpa es de la cultura popular. En "Eso", una película de TV estrenada en 1990, el protagonista era ni más ni menos que un payaso diabólico, asesino de niños.
A "Eso" le siguieron una serie de filmes que dieron lugar a todo un género conocido como "payaso asesino" o "payaso diabólico".
Sonrisa estática
Ramsey Campbell, escritor británico de novelas de terror, señala que el tema recurrente del clown que inspira miedo se remonta a la época de las películas mudas.
"Es el miedo a la máscara, el hecho de que no cambia y siempre aparece con una sonrisa", afirma Campbell, quien ha investigado el tema para su historia "El otro lado" y "La sonrisa de la oscuridad".
Varios años atrás, el profesor Pal Salkovskis, director del Centro para problemas de Ansiedad y Traumas del Hospital Maudsley, en Londres, vio a un paciente que entre otros trastornos le tenía miedo a los payasos.
Para Salkovskis, el temor que sienten los niños tiene menos que ver con el payaso en sí que con la aprehensión que causa algo tan extraño como un payaso.
"Por lo general la gente le tiene a miedo a cosas que están mal de alguna manera, mal de una forma perturbadora y poco familiar".
Y añade: "No se trata de una reacción a los payasos. Uno es sensible a cosas extraordinarias y particularmente sensible si uno es niño".
Por eso no resulta difícil entender por qué un niño en un hospital, lejos de casa, en un entorno poco familiar y preocupado por su salud o el tratamiento se sienta más nervioso de lo habitual.
BBC
1/02/2008