Son muy lindos y en los primeros meses de vida los bebés difícilmente pueden imitar o emitir sonidos.
Y sin embargo, los pequeños ya tienen la capacidad de evaluar las intenciones de la gente que los rodea y reconocer a amigos y enemigos.
Según una nueva investigación en Estados Unidos, los bebés pueden juzgar la maldad y bondad de los otros antes de cumplir un año.
Y pueden hacerlo aun cuando los eventos que observan no los afecten directamente.
Según los autores, que publican la investigación en la revista Nature , esta "inteligencia social" es el fundamento de las creencias y acciones éticas más tarde en la vida.
Tal como dijo a BBC Ciencia Carolina Micha, psicóloga argentina, especialista en primera infancia y directora de la empresa de materiales didácticos "Primeros pasos", los resultados de este estudio "son sorprendentes".
"Demuestran que la empatía, el acercarse a una persona que hace el bien, es una capacidad innata del ser humano", afirma.
Marionetas "malvadas"
Los investigadores de la Universidad de Yale, en Connecticut, mostraron a un grupo de bebés de 6 y 10 meses una marioneta de madera que tenía ojos enormes, a quien llamaron "El alpinista".
La marioneta intentó varias veces, en vano, escalar una pendiente pronunciada.
Posteriormente apareció otra marioneta, "La buena samaritana", en forma de triángulo, quien le ayudó a la alpinista a escalar la cumbre.
Pero también apareció una marioneta mala, en forma de cuadrado, que empujó a la alpinista hacia abajo.
Al final de la presentación, los investigadores estimularon a los bebés a que eligieran alguna de las marionetas, la triangular o la cuadrada, para analizar su respuesta.
Todos los 12 bebés de 6 meses -dicen los autores- eligieron a la buena samaritana, la marioneta triangular.
Y lo mismo hicieron 14 de los 16 bebés de 10 meses de edad.
Para confirmar la evaluación los científicos mostraron a los bebés un segundo "espectáculo".
En éste se revirtió el escenario, con la alpinista tratando bajar la cuesta, para descartar la posibilidad de que los bebés estuvieran meramente respondiendo a la dirección del movimiento de las marionetas.
En un tercer experimento, ambos grupos de bebés eligieron una marioneta "neutral", que nunca hizo nada para ayudar, en lugar de la marioneta mala.
Y cuando se les dio a elegir entre la neutral y la samaritana, todos prefirieron a la samaritana.
Orgullo paterno
Se sabe que los bebés son muy sensibles ante la conducta de la gente, pero según los investigadores, nunca anticiparon el grado de esta respuesta.
"Está claro que los bebés se sienten atraídos a conductas afectivas buenas de la gente y ha habido estudios sobre los efectos de la falta de afecto en los bebés", dice Carolina Micha.
"Pero este estudio demuestra que más allá de que los bebés se vieran afectados, fueron capaces de percibir la conducta positiva en un tercero", agrega.
A menudo escuchamos a los padres diciendo con orgullo que sus bebés tienen diferentes reacciones ante distintos tipos de personas.
Pero ésto, como señalan los psicólogos, siempre ha sido algo anecdótico y hasta ahora no se había logrado confirmar en un estudio.
Según los científicos, el hecho de que los bebés puedan llevar a cabo esta evaluación social en una etapa tan temprana de la vida sugiere que la capacidad de distinguir entre buenos y malos es algo innato.
"Creíamos que esta empatía era algo que se aprende -dice Carolina Micha- pero es claro que se hereda".
"Y es algo que tiene que ver con las conductas futuras del ser humano y de relacionarse positivamente con la gente, de ayudar y tener empatía con su entorno", agrega la psicóloga.
Los investigadores planean ahora estudiar cómo se desarrolla este entendimiento en los infantes.
Y su siguiente experimento explorará si los bebés prefieren interactuar con quienes castigan a los malos o quienes los recompensan.
BBC
1/01/2008