Hasta ahora se desconocían las condiciones bajo las que el péptido A, el péptido protofibrilla que causa el Alzheimer, se formaba y permitía a la enfermedad permanecer activa. Un equipo dirigido por Ivo Martins, del Instituto Biotecnológico de Flandes (VIB), en Bélgica, ha descubierto que ciertos lípidos, presentes también en el cerebro, promueven la formación de esta protofibrilla.
El descubrimiento abre nuevas posibilidades para hallar medicamentos contra esta neurodegeneración. La función biológica de las células depende del plegado correcto de cientos de proteínas. En el Alzheimer el plegado del péptido A (amiloideo) conduce a varios estadios de formación de placas (acumulaciones de las denominadas fibrillas que no son tóxicas en sí mismas).
Uno de los estados intermedios en la formación de placas es la configuración de la forma protofibrilla del péptido A. Las protofibrillas son tóxicas para las células cerebrales, lo que conduce a su muerte y a una pérdida de memoria. Esto explica que las protofibrillas sean la principal causa de los síntomas del Alzheimer.
Hasta el momento se consideraba que las fibrillas y la placa que éstas causaban eran estables y que, una vez formadas, no podían transformarse en otra estructura. Los científicos del VIB y de la Universidad Libre de Bruselas han demostrado en ratones que ciertos lípidos que aparecen en el cerebro pueden desestabilizar las fibrillas y, por consiguiente, la placa típica del Alzheimer.
El hallazgo abre nuevas vías a posibles medicamentos contra la patología y sugiere que la concentración de lípidos en el cerebro influye en el equilibrio biológico entre las placas no tóxicas y los oligómeros tóxicos.
Diario medico
18/12/2007