Una manera ingeniosa de mejorar la seguridad de las contraseñas para dispositivos portátiles ha sido desarrollada en la Universidad de Newcastle. El software, que utiliza imágenes en lugar de letras y números, ha sido diseñado inicialmente para dispositivos portátiles, pero muy pronto podría ser expandido hacia otras áreas.
Las personas que tomaron parte en la experimentación con este sistema, crearon contraseñas que fueron un millar de veces más seguras que las contraseñas ordinarias de texto. La mayoría de los participantes también las encontraron más fáciles de recordar.
Los investigadores ahora desean examinar las potencialidades del sistema para ayudar a las personas con dificultades en el lenguaje, tales como la dislexia.
Hoy, el uso de contraseñas es muy común. Además de en ordenadores, se las utiliza para muchos otros aparatos, desde teléfonos móviles hasta cajeros automáticos. Pero a consecuencia de las crecientes preocupaciones acerca de las contraseñas "débiles" tradicionales creadas a partir de palabras y números, unos expertos en ciencias de la computación de la Universidad de Newcastle han estado desarrollando un software alternativo que permite a los usuarios dibujar una contraseña a modo de imagen, conocida como "contraseña gráfica".
Muchas personas tienen dificultades para recordar las contraseñas, así que eligen palabras fáciles de recordar y por tanto más susceptibles de ser descubiertas por los hackers.
Jeff Yan y Paul Dunphy han tomado la emergente tecnología DAS, un sistema de contraseñas gráficas donde los usuarios dibujan sus contraseñas secretas como una imagen con la forma deseada en una cuadrícula, y la han llevado un paso mas allá.
En un sistema DAS, el usuario dibuja una imagen, la cual es entonces codificada como una secuencia ordenada de celdas. El software memoriza los trazos, junto con el número de veces que el lápiz es levantado.
Superponiendo una imagen de fondo sobre la cuadrícula DAS en blanco, los investigadores de la Universidad de Newcastle han creado un sistema llamado BDAS. Éste ayuda a los usuarios a recordar dónde comenzaron a dibujar la imagen que están utilizando como contraseña, y además conduce a contraseñas gráficas que son menos predecibles, más extensas y más complicadas.
Durante las pruebas, el software BDAS permitió a las personas dibujar contraseñas gráficas más complicadas. Esto las hace mucho más difíciles de adivinar por personas o por programas de hackeo automático. En esencia, ésta es una idea muy simple así como intuitiva. Como resultado, puede consumir más tiempo crear la contraseña original pero es más fácil de recordar y más segura.
Por ejemplo, si una persona elige una flor como imagen de fondo y entonces dibuja sobre la misma una mariposa como contraseña secreta, la persona tiene que recordar el lugar donde comenzó a dibujar en la cuadrícula y el orden de los trazos. Es reconocida como idéntica si la codificación es la misma, no el dibujo en sí, lo que permite cierto margen de error ya que el dibujo no tiene que ser recreado con toda exactitud.
"La mayoría de nosotros ha olvidado un número pin o una contraseña al menos una vez, lo que constituye el motivo por el cual tendemos a hacerlos tan fáciles de adivinar", explica Yan. "Sin embargo, la mente humana tiene mucha más capacidad para recordar imágenes, y, ciertamente, una imagen vale mil palabras en este caso".
amazings
14/12/2007