Cuando una persona no duerme lo suficiente, los centros emocionales del cerebro reaccionan excesivamente a las experiencias negativas.
La revista "Current Biology" publica un estudio, dirigido por Matthew Walker del Laboratorio de Sueño y Neuroimagen en la Universidad de California, que proporciona las pruebas del vínculo neural entre la pérdida o privación del sueño y los trastornos psiquiátricos.
Los investigadores determinaron que la pérdida del sueño conduce a una conducta emocionalmente irracional, tras analizar qué ocurre en las áreas emocionales del cerebro cuando las personas no han dormido lo suficiente.
Matthew Walker afirma que "el sueño parece restaurar nuestros circuitos emocionales en el cerebro, y al hacerlo nos prepara para los retos del día siguiente y las interacciones sociales". El científico añade que el sueño es "una necesidad biológica y, sin él, hay un límite hasta dónde puede estirarse la cuerda antes de que se rompa, con consecuencias cognitivas y emocionales".
CURRENT BIOLOGY. 2007
28/10/2007