icen que el mejor amigo del hombre es el perro. Sin embargo, muchos no se han parado todavía a desgranar el sentido de esta frase. Y es que poner un can en sus vidas puede ser una experiencia muy saludable. Tanto, que la asociación que gestiona el Centro de Integral de Protección Animal de Alcalá, Canadd Ayuda, capitaneada por su directora Edurne Galay, presenta a sus perros terapeutas, unos animales que participan en terapias con enfermos que van desde niños hiperactivos a personas con problemas de movilidad.
Son ellos. Keisy, Atos y Amy. No se trata de los componentes de un nuevo grupo musical sino de tres de los perros de la asociación Canadd Ayuda de Animales de Terapia que se utilizan para los distintos programas con personas con algún tipo de patología en Alcalá. Y es que estos no son unos perros cualquiera. Son mucho más. “Mis niños son muy listos. Son capaces de traerte las llaves, de encender interruptores de la luz y de recoger un calcetín del suelo y meterlo en el cesto de la ropa sucia. Solamente hay que enseñarles y mostrarles cuál es la forma de hacerlo”, comenta una orgullosa Edurne Galay, directora del centro canino.
Estos tres labradores no son una mascota cualquiera, “son verdaderos genios”, tal y como dice Edurne. “Los perros que usamos en las terapias con personas con autismo, alzheimer u otra enfermedad se adaptan perfectamente a cualquier patología que sufra esta. Por ejemplo, hace unos meses realizamos un proyecto de terapia con niños con problemas de integración familiar y conseguimos que la mayoría de ellos pasaran de no hablar con casi nadie a decirle a todo el mundo que les querían”, afirma Edurne. Y es que sólo hay que comprobar con qué maestría actúan nuestros tres protagonistas. “Todo es fruto de un largo aprendizaje que comienza cuando los perros son cachorros, a los dos meses de vida. Lo primero es que el animal identifique los objetos con los que vamos a trabajar, que aprenda qué es lo que queremos que haga y después enseñarle a llevarlo a cabo. Keisy, por ejemplo, es una perra muy lista. Ha trabajado en terapias con personas con problemas de movilidad y está preparada para encender la luz, abrir cajones o coger unas llaves que se han caido al suelo. Atos, el macho del grupo, es perfecto para personas fuertes y adultas con problemas de psicomotricidad y Amy, la tercera del grupo, es una perra muy tranquila y cuidadosa que trabaja con ancianos y niños”, dice la entrenadora canina.
Y es que estos animales, convertidos en terapeutas, son los verdaderos protagonistas de este tipo de prácticas. “Cuando empezamos un programa de terapia se crea inmediatamente un vínculo muy especial entre el perro y la persona que está siendo tratada. Me aventuraría a decir que los resultados se ven en el momento, ya que nuestros pacientes están deseando volver a ver al perro en la próxima sesión y les quieren como si fuesen de la familia”, afirma Edurne. “Nuestros programas de terapia están abiertos a cualquier persona que necesite este tipo de ayuda. Los interesados pueden ponerse en contacto con nosotros en el teléfono del centro (918899198) o a través de las distintas asociaciones que trabajan con nosotros o en los Servicios Sociales del Ayuntamiento”.
Diario de Alacalá. España
30/08/2007