Una novedosa terapia podría convertirse en una alternativa para quienes sufren Alzheimer. Los resultados de una investigación realizada con ratones de laboratorio por Li Hei Tsai, de la Universidad de Harvard, y David Sinclair, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, sugieren que la participación de un gen en combinación con un compuesto químico, no sólo reduce la degeneración neuronal de los animales, sino que además reconstituye sus capacidades cognitivas. Se espera que este tratamiento funcione igual en humanos.

Según cifras de la UNAM, de los 20 millones de personas en el mundo que padecen Alzheimer, 10% se encuentra en México, y en materia de indagación científica, el país cuenta con el único banco de cerebros de América Latina para el estudio de este mal, que ocupa el segundo lugar en investigación mundial, después del sida.

En la actualidad, los médicos pueden tratar los síntomas del mal de Alzheimer, así como de otros desórdenes neurodegenerativos; sin embargo, a la fecha no existe forma de revertir o prevenir la degeneración y muerte de las neuronas a causa de la enfermedad. Ahora, la investigación efectuada por Tsai y Sinclair, ofrece una novedosa aproximación terapéutica.

En estudios de laboratorio efectuados con ratones, los científicos mostraron que un gen llamado SIRT1, y un componente químico encontrado en el vino, denominado resveratrol, pueden proteger contra la degeneración neuronal producida tanto por el Alzheimer como por la esclerosis lateral amiotrófica.

El experimento que condujeron en el modelo de laboratorio demostró que la activación del SIRT1, en combinación con el resveratrol, sustancia que se encuentra en las uvas y nueces, entre otros alimentos, y que había sido ya previamente asociada con la extensión de la longevidad en organismos menores, es capaz de prevenir problemas cognitivos en los roedores.

Los ratones empleados en el estudio desarrollaron, durante varias semanas, una aproximación a las enfermedades neurodegenerativas que aquejan a los humanos. Conforme las neuronas morían en sus cerebros y perdían sus conexiones, su aprendizaje espacial se impedía y desarrollaban dificultad para asociar causas con efectos.

El tratamiento con resveratrol redujo la muerte y degeneración de las neuronas de los animales y, además, restauró sus habilidades de aprendizaje a un nivel comparable al de un ratón normal que no ha sufrido neurodegeneración.

Según Tsai, estos resultados sugieren que el químico tiene potencial para tratar las enfermedades neurodegenerativas en humanos. El estudio es el primero en sugerir que el resveratrol podría incrementar las funciones cognitivas en pacientes con enfermedades neurodegenerativas.

Por su parte, Leonard Guarente, especialista en biología de la misma institución en Massachusetts, quien descubrió la conexión entre la prolongación de la vida producida por una levadura equivalente al SIRT1, señaló que lo novedoso de la investigación conducida por Tsai y Sinclair es haber demostrado que la activación del SIRT1 previene la declinación cognitiva en roedores con enfermedades neurodegenerativas. “El resveratrol puede proteger contra la pérdida de memoria y de las capacidades cognitivas”.

Guarente señaló que los compuestos capaces de activar el SIRT1 podrían emplearse para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas en humanos, en tanto puedan atravesar la barrera sangre-cerebro.

Se trata de una membrana que rodea y protege al órgano contra químicos presentes en la sangre y que, dada su función, representa el reto a vencer por los científicos para la administración del químico.

Los roedores empleados por Tsai y Sinclair en sus experimentos, fueron inyectados directamente en los vasos sanguíneos cerebrales con resveratrol, técnica que no se puede emplear en humanos, por lo que se buscan alternativas para su administración en las personas.

El estudio de la dupla de investigadores podría además arrojar nuevas luces sobre los mecanismos existentes detrás del Alzheimer, dado que la mayoría de las investigaciones que se realizan en torno de este mal se enfocan en las malformaciones tóxicas de proteínas que crecen en las neuronas afectadas.

Algunos investigadores han sugerido que el Azheimer, al igual que otras enfermedades caracterizadas por la muerte neuronal, podrían obedecer a dos fenómenos: el crecimiento de las citadas proteínas y un malfuncionamiento en las rutas moleculares encargadas de la supresión de tumores, con las cuales está asociado el gen SIRT1.

Stephen Snyder, director del Programa de Etiología de la Enfermedad de Alzheimer, del Instituto Nacional de Envejecimiento, en Estados Unidos, comentó que Tsai y Sinclair “parecen tener en las manos ese mecanismo potencial”.

Los hallazgos de esta pareja científica agregan evidencias a las ya existentes acerca de que el resveratrol puede ofrecer un muy amplio rango de efectos benéficos para la salud, que va desde el tratamiento de enfermedades metabólicas —como la obesidad o la diabetes— hasta la protección contra desórdenes neurodegenerativos.

Estudios previos mostraron que el químico ha prolongado las expectativas de vida en algunas bacterias, peces y moscas de la fruta, entre otros organismos.

Pero los investigadores aún desconocen los mecanismos a través de los cuales funciona; parece ser que activa al gen SIRT1 de un grupo que se cree toma parte en procesos reguladores del envejecimiento.

“Soy optimista respecto de la activación del SIRT1 como terapia”, apuntó Sinclair. Su efecto “es aparentemente muy prolongado, dado que parece mantener vivas las neuronas bajo diferentes tipos de estrés”. Todo indica que la activación del SIRT1 no sólo mantiene vivas a las neuronas, sino que puede revertir la declinación cognitiva, lo que aporta razones para continuar su estudio. (Universidad de Harvard e Instituto Tecnológico de Massachusetts)

El Universal
22/08/2007