Un paseo por la calle puede ser una pesadilla auditiva si se combina el ruido del tránsito de camiones, autobuses y automóviles con el trajín diario de la gente y comercios. Pero un asunto que muchas veces se sepulta es el volumen dañino que produce en casa la televisión, radio, aparatos de sonido y/o juegos de video, estridencia que afecta principalmente a los niños.

El estruendo que domina el ambiente es algo que no debe dejarse pasar, ya que -por ejemplo- es un hecho que no solamente daña la audición de los pequeños, sino que le puede ocasionar problemas de lenguaje, además de que suele afectar la capacidad para leer y aprender.

Los expertos señalan que, en último caso, lastima las relaciones sociales. En este escenario la Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Fesomex) advierte que:

Una exposición constante a niveles de ruido superiores a los 85 decibelios, durante un cierto periodo produce daños en la capacidad auditiva. Esta estridencia es equivalente al ruido del tráfico en la ciudad.

Los niños se exponen a ruidos mucho más elevados cuando van a las salas de juegos recreativos, utilizan videojuegos, escuchan música alta en el estéreo o van al cine a ver una película, e incluso en la propia casa.

En estos lugares el escándalo puede superar los 110 dB, los sistemas estéreos y los videojuegos pueden alcanzar los 135 dB, los reproductores portátiles de música hasta 105-110 dB, mientras que las películas de acción va más allá de los 90 dB.

Los efectos perjudiciales de la exposición reiterada a ruidos intensos durante la vida de una persona es algo de lo que deberíamos advertir a nuestros hijos. Educar a los niños acerca de la importancia de conservar su capacidad auditiva como medida de prevención, y enseñarles hábitos de escucha saludables, es tan importante como concentrarse en la fuente directa de ruido.

La Fesomex dice que hay que proteger la audición de chicos y grandes. Pero es más importante cuidar el oído de los niños, ya que éstos tienen que aprender a socializar y a comunicarse a medida que crecen.

Cinco consejos para proteger la audición

1. Bajar el volumen de la radio, equipo estéreo, televisión.

2.. Procurar que el niño lleve protectores para los oídos en ambientes ruidosos como por ejemplo conciertos de rock, carreras automovilísticas y cines.

3. Usar protectores para los oídos si se encuentra cerca de un cor-tacésped, una motosierra, etcétera.

4. Mantener alejado de los oídos del niño cualquier objeto extraño y no retirar el cerumen con los dedos, algodón o bastoncillos de algodón.

5. Ponerse en contacto con su médico otorrinolaringólogo si piensa que existe algún problema en la audición.

Los niños no son conscientes de las consecuencias de exponerse a ambientes ruidosos. Es responsabilidad de los padres bajar el volumen al estilo de vida.

diario.com.mx
9/06/2007