La carrera por crear robots cada vez más humanos ha llevado a un grupo de investigadores de la Universidad de Granada a desarrollar un cerebelo artificial que hará que los comportamientos de los robots sean menos torpes.
Esotos microchips, que emulan un cerebelo humano, al insertarse en los robots les permitirá realizar movimientos e interactuar con los humanos y con otros objetos de forma mucho más natural.
Además, según sus creadores, el invento podría tener aplicaciones en el tratamiento de algunas enfermedades.
El cerebelo humano es la parte responsable de las funciones cognitivas, por lo que la inserción de los microchips en los cerebros humanos ayudaría a mejorar la calidad de vida de enfermos de Parkinson o Alzheimer.
El proyecto SENSOPAC en el que participa la Universidad de Granada, entre muchas otras empresas y universidades europeas, pretende reconducir la robótica, más centrada en humanizar el aspecto exterior de las máquinas que su comportamiento.
La parte granadina del proyecto europeo está coordinada por el profesor Eduardo Ros Vidal, quien resalta que, "aunque los robots son cada vez más importantes en nuestra sociedad y cuentan con una tecnología más avanzada, aún no son capaces de realizar tareas similares a las de un mamífero sencillo".
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1/06/2007