Los niños que se chupan el dedo después de los seis meses de edad, presentarán a lo largo de su vida problemas bucales.

Oscar Larios Álvarez, Coordinador delegacional de Estomatología del IMSS en Guanajuato, dijo que esto es un hábito debido a la mala alimentación o por falta de atención.

Explicó que es normal que los recién nacidos tengan estas prácticas, pero si persisten después de los seis meses de edad, tendrán problemas, principalmente una mala alineación de la dentadura, la cual tiene como consecuencia el desequilibrio de los músculos faciales que afecta la funcionalidad y posición de los dientes y lengua, e incluso el habla y la respiración.

El especialista añadió que cuando un niño se chupa el dedo o se resiste a dejar el chupón, es debido a que está mal alimentado, tienen poca atención o detectan problemas que afectan su entorno.

El chuparse el dedo deforma los huesos de la boca, “ya que en el momento en que comienza la erupción de los dientes, el hueso se irá moldeando de una forma diferente y el espacio que estaba destinado para un diente ya no será el adecuado”.

Larios Álvarez dijo que la mala alineación de los dientes afectará la mordida, por lo que los alimentos sólidos, como la carne y los vegetales serán masticados con dificultad o no podrán comerlo.

“Después habrá problemas de lenguaje, ya que la mala posición de los dientes afecta la lengua, esto afecta o limita espacios en la boca y los niños no podrán pronunciar normalmente algunas letras.”

El especialista señaló que todos estos problemas se pueden prevenir, en primera instancia, al evitar que el niño adquiera el hábito de chuparse el dedo.

Esto se va a lograr con alimentación al pecho materno durante los primeros seis meses de su vida.

Explicó que la succión estimula el crecimiento y desarrollo de la boca y los dientes, caso contrario al de la mamila.

AM
20/05/2007