Luciana Cazón Ramos fue la primer niña de su edad sometida en Latinoamérica a un implante auditivo de tronco cerebral. Tras casi dos meses de pruebas, el equipo de profesionales argentinos y extranjeros que practicaron la compleja cirugía encendieron ayer el aparato con tecnología nuclear que Luciana tiene dentro de su cabecita.

En la sala de internados del Centro Superior de Implantes Cocleares de Capital Federal (Pasteur 740) de Capital Federal, Luciana escuchó por primera vez su propia voz. "Mamá", dijo y su inmensa sonrisa fue el detonante de un abrazo con sus papás, que se hizo interminable.

Además de su propia voz, la niña de tres años pudo percibir por primera vez sonidos simples y cotidianos, que para ella significaron el ingreso a un nuevo mundo.

Luego de semanas de preparación psicológica, el grupo de profesionales encabezados por el neurocirujano Vicente Diamante encendió el dispositivo de tecnología nuclear que Luciana tiene ubicado en el tronco cerebral, en los segundos núcleos auditivos. A raíz de un desarrollo defectuoso, la pequeña nació sin cócleas y sin nervio auditivo, por lo que su sordera era total.

Las opciones para la paciente eran tres: que el dispositivo funcionara sin ningún problema; que la niña no asimilara la reacción derivada del aparato encendido o -la peor de todas- que no funcionara el dispositivo nuclear. Aunque los médicos eran optimistas, la tercer opción no estaba descartada dado que este tipo de intervención quirúrgica se había realizado hasta ahora sólo a personas mayores de 12 años, por su alto riesgo.

Salta
11/05/2007