Estos fenómenos consisten en la percepción de sonidos en ausencia de una fuente sonora externa que los origine

El Boletín Terapéutico Andaluz (BTA), elaborado por el Centro Andaluz del Medicamento (Cadime), entidad dependiente de la Consejería de Salud, aborda en su segundo número de 2007 los distintos tratamientos posibles para los acúfenos. Estos fenómenos, consistentes en la percepción de sonidos en ausencia de una fuente sonora externa que los origine, son más frecuentes en hombres que en mujeres, y pueden coincidir con acontecimientos estresantes, como divorcio, despido o jubilación.

Mientras que algunos pacientes se acostumbran a sobrellevarlos, alrededor de un 20% de ellos ve afectada sustancialmente su calidad de vida, manifestando cuadros de insomnio y depresión.

Concretamente, esta segunda edición del BTA hace referencia a la eficacia o ineficacia y a los efectos adversos observados en diversos ensayos clínicos realizados con fármacos como vasodilatadores, antiepilépticos, anestésicos locales, benzodiazepinas y antidepresivos. Asimismo, esta publicación evalúa la utilidad de otros tratamientos alternativos como 'Ginkgo biloba', acupuntura, láser-terapia, ultrasonidos, terapia electromagnética, homeopatía e hipnosis, técnicas de enmascaramiento o la terapia de reentrenamiento. Estas últimas son las que han mostrado el índice de mejoría más alto en la habituación y control de los acúfenos.

La técnica de enmascaramiento consiste en la utilización de un dispositivo denominado enmascarador, similar a un audífono, que produce un sonido que oculta o enmascara el acúfeno. Funciona especialmente en pacientes con dificultad para conciliar el sueño y audición conservada.

Por su parte, la terapia de reentrenamiento, que conlleva una estrecha cooperación entre los profesionales en audición, se aplica en el lugar donde se origina el ruido, y se intenta reeducar al cerebro para que lo ignore, a través de unos aparatos que, colocados tras el oído, generan un ruido estable de banda ancha. Esta terapia incluye un apoyo psicológico para enseñar al paciente a ignorar el ruido, a través de ejercicios de relajación y de control del estrés.



Relación médico-paciente

Se pueden reconocer dos clases de acúfenos: subjetivos, cuando sólo el paciente puede escucharlos; y objetivos, cuando además de escucharlos él mismo, también lo escuchan otras personas, ya sea acercándose o mediante el uso de un estetoscopio.

El BTA destaca que, en el tratamiento de los acúfenos, es importante establecer una buena relación entre médico y paciente para tranquilizarlo y generar en él una actitud positiva, y por otra parte, investigar el grado de afectación que puede tener en la calidad de vida, ya que de ella dependerá la necesidad o no de adoptar medidas terapéuticas.

Junat de Andalucia
10/05/2007