Los modelos son del tamaño de un libro de texto y se forman utilizando procesos de tres dimensiones.
Cuando se trata de investigación a nanoescala la vista no es necesariamente una ventaja, pues el sujeto de estudio es tan pequeño que nadie puede verlo.
Para acercar a las personas con problemas visuales a esta ciencia, un equipo de educadores desarrollaron un modelo amigable para que los niños toquen las fibras de carbono y con ellas puedan "ver" los objetos.
Aprovechando todo aquello que los estudiantes han aprendido de los modelos abstractos y las estructuras químicas por décadas, la nueva técnica crea versiones tridimensionales de objetos.
Creados por educadores de la Universidad de Wisconsin-Madison, los modelos son del tamaño de un libro de texto y se forman utilizando procesos de impresión en 3-D basados en los datos de un microscopio electrónico.
Por ejemplo, los especialistas construyeron una imagen del Tejón Bucky, mascota de la Universidad de Wisconsin, con diminutas fibras de carbón. Para el modelo transformaron la información contendida en una foto normal en un modelo en yeso, y el resultado fue un nano-Bucky del tamaño de una mano, pero finamente detallado gracias a miles de fibras superdelgadas.
La idea del estudio surgió luego de una visita a un centro especializado de enseñanza para niños ciegos, relatan los investigadores.
Los especialistas, apoyados por la National Science Foundation, esperan que mediante esta técnica el mismo proceso pueda ser aplicable a construir modelos de átomos.
Reforma
5/04/2007