Desde hace 3 años se está aplicando en Ciudad Guayana una terapia no convencional para mejorar el desarrollo psicomotriz de niños con necesidades especiales y también para tratar algunos trastornos en niños regulares. Se trata de la equinoterapia, es decir, de utilizar caballos con fines terapéuticos.
Desde la época de los griegos se aprovechaba el efecto de los paseos a caballo y el trato con algunos animales para realizar terapias con enfermos que eran "considerados incurables", y hoy en día este tipo de "tratamientos alternativos" siguen convirtiéndose en una solución para muchas patologías, especialmente aquellas que están vinculadas con el desarrollo psicomotriz de niños y adultos.
En Guayana este tipo de prácticas para impulsar el desarrollo y la adaptación de niños con necesidades especiales se está desarrollando desde hace 3 años y los resultados, de acuerdo a Yenitse Rivero, licenciada en Educación Especial, especialista en Autismo, y quien viene aplicando esta terapia, son "excelentes".
Rivero trabaja de manera paralela las "terapias tradicionales", como el trabajo de mesa 1 a 1, con las llamadas "terapias alternativas" como la equinoterapia, la piscina terapéutica y los masajes terapéuticos.
"Los resultados de la equinoterapia han sido excelentes, no tengo ningún caso que haya retrocedido o que haya involucionado en su desarrollo por estas terapias, más bien todo lo contrario, les favorecen muchísimo. En el caso de los niños autistas que tienen trastornos de la comunicación, mejoran el lenguaje, la relación con las otras personas y consigo mismo, y los cambios se ven a corto plazo. Los cambios que podemos ver en tres meses con trabajo de mesa o aula, se logran en una sesión de un día de equinoterapia".
La equinoterapia implica no sólo paseos en caballos, sino que la jornada de trabajo comienza con la preparación de los equinos. Lo primero que hacen los pequeños es tener un contacto con todos los caballos, y si se corre con la suerte de ver el nacimiento de un ejemplar o alguna eventualidad, los niños también interactúan con el animal. Además los alimentan, limpian los puestos, las caballerizas, bañan al caballo, le peinan la crin y luego se realiza la monta.
"La terapia no es sólo montar el caballo y llevarlo de paseo, porque eso podrían hacerlo en cualquier parte, sino que es una actividad dirigida y que depende de las necesidades y condiciones de cada niño", explicó la terapeuta.
correodelcaroni.com
3/03/2007