La incomunicación, la desesperanza y la frustración están lanzando a la calle a miles de estudiantes inmigrantes en la ciudad de Nueva York.
Así lo demostró un reporte hecho público por The New York Inmigration Coalition (NYIC) y Advocates for Children, (AFC), quienes auxiliados por más de 150 organizaciones, parientes y estudiantes, presentaron el estudio "Por qué los estudiantes de inglés abandonan las escuelas y cómo incrementar los índices de graduación".
El reporte coincide con la implementación de los Exámenes Regentes de Idioma Inglés por las autoridades estatales, una prueba para la que muy pocos inmigrantes reciben ayuda y preparación, reduciendo sus posibilidades de éxito.
"Muchos estudiantes de inglés no recibieron la ayuda adicional que les prometieron para graduarse. Como resultado, son el grupo de mayor deserción escolar en el sistema". El ESL (Inglés como Segunda Lengua, siglas en inglés) y los programas remediales fueron los primeros en recibir el impacto de los recortes presupuestales del alcalde.
Sin embargo, el reporte demuestra que la aplicación de los programas bilingües no sólo es un vehículo idóneo y probado para evitar la deserción escolar sino que quienes se gradúan se cuentan entre los mejores.
En la presentación del informe, un grupo de estudiantes inmigrantes de Senegal, Israel, Rusia, Colombia y Yemen, recién graduados o próximos a conseguir sus diplomas, contaron sus dramáticas experiencias en la batalla por ingresar a una escuela y aprender el inglés. Muchos de ellos no pueden recibir el apoyo de sus familiares porque también desconocen el idioma.
"Todos podemos graduarnos. Sólo necesitamos una oportunidad", dijo una estudiante yemenita.
El 67 por ciento de los estudiantes de idioma inglés (un programa conocido como ELL) es hispano.
"Los hechos están ahí: aquellos estudiantes que recibieron los beneficios del ELL tienen mejores notas que los nativos y los menores índices de deserción", dijo Joseph Semidei, vice director del Comité para Niños y Familias Hispanas.
Vladimir Epshteyn, director de la Asociación Metropolitana de Padres Ruso Americanos, dijo que "los actuales estándares no suman posibilidades de educación para nuestros hijos sino las restan". Epshteyn explicó que no se pueden aplicar las mismas reglas a un estudiante que ingresó en el sistema escolar desde primer grado a un recién llegado de su país natal que ingresa al nivel preuniversitario.
"Como el estado no provee recursos ni profesores capacitados para trabajar con estos estudiantes, los muchachos son rechazados por las escuelas que no quieren incrementar sus índices negativos", dijo Epshteyn.
Otro de los índices alarmantes, es que el 59 por ciento de profesores de ESL y los maestros bilingües en Nueva York no están certificados o son candidatos al retiro. "No sólo necesitamos incentivar los nuevos reclutamientos de profesores bilingües sino mejorar el trabajo de los actuales", dijo McHugh.
Cerca de la mitad de las familias neoyorquinas no habla inglés en sus casas, por lo cual resulta imposible para los padres de familia involucrarse en la educación de sus hijos, algo impensable en el contexto de la enseñanza moderna. El informe plantea también la necesidad urgente de intérpretes en las escuelas y programas de ESL para los padres.
5/08/2002