Extremada soledad, aislamiento social o problemas para la comunicación son las características principales del autismo, trastorno que padecen dos de cada diez personas de 100.000 habitantes. Han pasado 63 años desde que el psiquiatra austriaco Leo Kanner describiera por primera vez este desorden neurológico que no tiene cura. Desde entonces, la investigación médica sigue esforzándose por avanzar en su diagnóstico y mejora.
En Aragón, para abordar la problemática del desconocimiento existente sobre las causas que provocan el autismo y la dificultad que existe para diagnosticarlo, el Hospital Universitario Miguel Servet coordina en la actualidad un proyecto de investigación para su detección precoz, que se aplica a un total de 6.000 niños de dos y tres años, a través de los centros de salud del Sector Sanitario Zaragoza II.
Las bases de esta línea de trabajo se centran en desarrollar un estudio de viabilidad y pilotaje de un programa de cribado sobre autismo que permita la detección precoz, que Aragón pueda disponer del cuestionario MCHAT, reconocido como una válida herramienta de uso clínico, y contar con una futura base de datos que facilite estudios epidemiológicos, biomédicos y/o genéticos.
Eficacia de la intervención precoz
Según ha explicado el doctor José Ramón Valdizán, jefe del Servicio de Neurofisiología del Hospital Universitario Miguel Servet, ''la intervención temprana presenta su mayor eficacia cuando se instaura precozmente''. Así, ha destacado que los estudios más recientes apuntan a que el autismo puede empezar a detectarse con cierta seguridad a los dos años de edad, por lo que en los últimos años se han intensificado los esfuerzos en el desarrollo de modelos de cribado de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) y se han perfeccionado herramientas de cribado, como el cuestionaario MCHAT, que es el instumento utilizado para este estudio.
El proyecto de investigación, que cuenta con la aprobación del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (I+CS), ha sido concedido por la Fundación La Caixa y en él participan también el Hospital del Mar de Barcelona y la Fundación de Autismo Mas Casadevall.
El programa se inicia en el Sector Zaragoza II, a través de sus centros de salud, como una actividad más a realizar dentro del programa de control del niño sano, se presentará a los padres el cuestionario para que respondan a preguntas relacionadas con el comportamiento de sus hijos.
El grupo que coordina el estudio evaluará el cuestionario y en aquellos casos que despierten sospecha, informará al pediatra del resultado, informará a la familia y mantendrá una entrevista con ellos para clarificar o matizar algunas de las respuestas. ''Con este paso intermedio se quiere reducir los falsos positivos iniciales y así preservar a la familia de preocupaciones innecesarias'', ha subrayado el doctor Valdizán.
Aragon Investiga
6/01/2007