Si la estimulación temprana se refiere a un conjunto de técnicas y actividades que se aplican en forma sistemática y secuencial a niños en edad temprana para potenciar sus capacidades en diferentes áreas, como las físicas y emocionales, la estimulación prenatal busca los mismos objetivos y más, según los especialistas.

Debido a que esta estimulación se hace cuando el bebé aún está en el vientre de la madre, se le denomina estimulación prenatal y es la primera estimulación que se le hace a un niño. Se puede decir que en cierta forma se prepara al niño para el futuro. “Los bebés estimulados antes de nacer tienden a tener un mayor desarrollo visual, auditivo, lingüístico y motor. Tienen también mayores capacidades en el aprendizaje y mejor coeficiente de inteligencia”, explica la psicóloga y especialista en estimulación temprana Alejandra Rivera.

Quizá las personas que se encuentran o han estado a la espera del nacimiento de su hijo han acariciado al bebé en el vientre sin saber que este es uno de los tipos de estímulos. Y aunque parezca mínimo, en ocasiones el bebé responde con movimientos o las famosas “pataditas”. Para los progenitores, esto se convierte en un momento “espectacular y único”.

Otros tipos de estímulo son los relacionados con los sonidos (voz de los padres, melodías, etcétera) y los de luz (luz natural o artificial). Dichos estímulos hay que hacerlos “de manera coherente y ordenada, de modo que facilitemos al bebé el percibirlos de mejor forma”, ahondó Rivera. A partir de los tres meses el bebé ya está preparado para percibir mejor cada estímulo.

Con medida

Un artículo de Enbuenasmanos.com recalca: “No nos pasemos queriendo estimular a nuestro bebé, porque tampoco debemos sobreestimularlo o estresarlo, ni a la madre tampoco. Debe ser un momento de placer y relajación para los padres y su niño”.

“Los bebés estimulados y sus familias tienen lazos más intensos y una mayor unión familiar”, finalizó la especialista.

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27/11/2013