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El mejor conocimiento de la neurobiología está permitiendo explicar alteraciones que, hasta hace pocos años, se atribuían a factores socioambientales. Este es el caso de la dislexia, cuyas bases han sido expuestas en una reunión de neuropediatría, desarrollada en Valencia. Los especialistas han destacado que responde a pequeños trastornos del desarrollo cerebral que suceden en la segunda mitad del embarazo.
El origen de los trastornos disléxicos es una disfunción del sistema nervioso que a veces está relacionada con aspectos de base genética no determinantes, pero sí condicionantes. Se trata de trastornos en el desarrollo embrionario que provocan anomalías anatómicas de carácter microscópico o trastornos de la función eléctrica cerebral, ha explicado Fernando Mulas, jefe del Servicio de Neuropediatría del Hospital La Fe, de Valencia.
En su intervención en el V Curso Internacional de Actualización en Neuropediatría y Neuropsicología Infantil, celebrado en Valencia, ha destacado que "antes se pensaba que muchos de estos transtornos eran de origen social, circunstancial o ambiental, pero hoy sabemos que responden a una disfunción en el sistema nervioso".
Detección y manejo
Los trastornos de origen neuropsicológico que afectan al niño en su desarrollo suponen un tercio de las consultas diarias de neuropediatra en el Hospital La Fe, y consisten en trastornos de déficit de atención, por hiperactividad, del lenguaje, dislexia, alteraciones de integración social y defectos autistas. Sin embargo, ha añadido que "es posible hacer un diagnóstico temprano, y se debe intervenir desde el punto de vista médico, psicopedagógico y terapéutico. Es posible administrar psicoestimulantes, tratamientos infato-depresivos o neurolépticos".
Ha apuntado que, en el futuro, "cuando dispongamos de las bases anatómicas y genéticas de forma mucho más precisa se abrirán las puertas a nuevos fármacos para incidir en los aspectos de origen neuroquímico desde la base de la transmisión genética, donde se encuentran los procesos químicos de los genomas que están alterados o las secuencias genómicas que no están correctas".
Albert Galaburda, jefe de la División de Neurología de la Conducta de la Universidad de Harvard, en Boston, ha expuesto sus estudios sobre las bases neuropsicológicas de la dislexia. "Hasta hace muy poco tiempo se creía que todo era aprendizaje, que el cerebro era normal, pero se ha demostrado que el desarrollo del cerebro del disléxico tiene unos fallos que pudieron suceder en mitad del embarazo. Estudiamos las causas y los mecanismos de estos trastornos de desarrollo cerebral". Según un descubrimiento reciente, el cerebro del disléxico tiene problemas al procesar todos los sonidos que llegan a sus oídos de una forma muy rápida".
Cambios talámicos
El especialista de la Universidad de Harvard ha asegurado que se han descubierto los mecanismos generales por los que los niños autistas tienen problemas en procesar sonidos rápidos. "Obedecen a unos cambios en el tálamo, que es una de las primeras estaciones adonde llega el sonido. En nuestros estudios hemos demostrado que estas células que se dedican a procesar sonidos rápidos están dañadas y alteradas en los cerebros disléxicos. Esto es importante porque el lenguaje, especialmente español e inglés, usan cambios muy rápidos para representar diferentes sonidos lingüísticos".
El catedrático Tomás Ortiz, director del Centro de Magnetoencefalografía de la Universidad Complutense de Madrid, ha señalado que existe una alteración en el hemisferio izquierdo en los niños disléxicos y compensan el hemisferio izquierdo con una hiperactivación del hemisferio derecho. "Ese defecto se produce en el tiempo después de 300 milisegundos. Entre los 300 milisegundos y los 600 es cuando el niño percibe la información sensorial y hace procesos fonológicos, sintácticos y semánticos. Además, hemos desarrollado el programa Supermat, que ayuda a integrar esos procesos".
Niños adoptados
La mitad de los niños adoptados tienen problemas de origen o fondo neuropsicológico. España está entre los primeros lugares de adopciones después de Canadá y Estados Unidos. Se están adoptando muchos niños, especialmente del Este de Europa, China y Sudamérica. El 20 por ciento de éstos sufren trastornos graves, como retraso mental severo, y otros menos graves, como alteraciones en el aprendizaje, hiperactividad o dislexia, han puesto de relieve los participantes en el encuentro de Valencia.
La mayoría son embarazos no deseados y por ello suelen ser complicados. Son niños que no están atendidos adecuadamente desde el nacimiento. Se pueden recuperar, pero sus factores de riesgo son tantos que deberían someterse a controles, con un examen neuropsicológico con resonancias y neuroelectros para que normalicen cuanto antes su situación afectiva, de entrenamiento y aprendizaje.
Fuente:DiarioMedico
10/03/2003