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Logopeda asegura que a veces los padres, tratando de ayudar, agravan la tartamudez de sus hijos

Para hablar de los síntomas y los tratamientos de la tartamudez en la edad pediátrica, el hospital Mesa del Castillo junto con la Fundación Española de la Tartamudez y el Colegio de Logopedas de Murcia han organizado una jornada que será celebrada este sábado 4 de junio en el hospital General Universitario Reina Sofía.

Para conocer mejor este trastorno la logopeda de este centro hospitalario explica que en estas jornadas se hablará de la detección precoz de la tartamudez en niños entre los dos y los seis años y del abordaje en niños a partir de los 6 años, "que es cuando en algunos casos estas disfluencias no desaparecen". Además "trataremos cómo ayudar a las familias y las estrategias más adecuadas en el colegio". Entre las ponentes están Raquel Escobar, Elisabeth Dulcet y Manoli Torres, todas ellas logopedas especialistas en la tartamudez.

Tras lo que asegura que es importante involucrar las familias y los profesores, "es necesaria la participación de todas las personas que rodean al niño para un adecuado abordaje del problema, desde los padres y hermanos hasta los profesores en el colegio pasando por logopedas o pediatras".

En la mayoría de los casos, las familias o los maestros "no saben cómo actuar, o no están seguros si es algo normal, para ello debemos conocer y estar atentos a los signos de alerta", añade en una entrevista.

Preguntado por cómo se diferencia una fase del aprendizaje de una tartamudez real en niños de entre dos y seis años, la logopeda señala que en ocasiones se trata de una fase del aprendizaje lenguaje, "pero el conocimiento de los factores de riesgo puede ayudar a poner en marcha un tratamiento precoz".

Por ejemplo si en la familia hay familiares con tartamudez, también es influyente la edad de inicio, "pues si comienza antes de los tres años, es más probable que desaparezca por sí sola".

Por otro lado, el 80 por ciento de estas disfluencias desaparecen a los 12 meses, por lo tanto si el periodo se alarga más, "estamos ante un signo de alerta".

También influye el género pues "existe mayor número de niños tartamudos que niñas; en edad adulta el ratio es de cuatro hombres con tartamudez por una mujer".

Estos signos de alerta serían la alta repetición de palabras o sílabas, los bloqueos, cuando fragmenta la palabra, las prolongaciones de sonidos y los excesos de tensión física a la hora de pronunciar, entre otros.

Las letras con las que se suele tener más problemas son las consonantes, y más en consonantes que son explosivas como son la "p" la "t" o "k" y mayoritariamente cuando éstas se encuentran en el inicio de la palabra, más que en medio. "Es posible que los nervios agraven el problema, sobre todo cuando los niños se hacen conscientes de su problema, porque al principio no suelen ser conscientes". Pero a veces "los padres con la intención de solucionar el problema les hacen repetir las palabras o tratan de que hablen con más frecuencia, o muestran preocupación, por lo cual el niño puede sentir esos nervios o esa presión que agrave el problema". Pero, a su juicio, es importante decir que la tartamudez no está asociada con la ansiedad ni es un efecto de ella para su desarrollo. Sin embargo "la tartamudez sí que genera ansiedad en las personas que la tienen llegando a convertirse con el tiempo en fobia social".


15/09/2016

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