!-- Google tag (gtag.js) -->
La aplicación estará disponible en el segundo semestre de 2016 en estos momentos se encuentra en pruebas.
Las dificultades dentro del procesamiento fonológico son uno de los principales problemas del lenguaje a los que se enfrentan los niños con síndrome de Down. Con la idea de ayudar a niños con esta condición, un grupo de lingüistas, psicólogos e ingenieros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad del Rosario, en Bogotá, Colombia, y la Oxford Brookes University trabajan en el desarrollo de una herramienta tecnológica como método de intervención.
La aplicación, idea original que surgió del Laboratorio de Psicolingüística de la Facultad de Psicología de la UNAM con el financiamiento de la Fundación Jérôme Lejeune, se diseñó para ser ejecutada en tabletas electrónicas y presentarse a los niños como un juego, el cual está compuesto por 60 palabras familiares de alta frecuencia y 60 pseudopalabras acordes a reglas fonotácticas del español.
Durante el juego, los usuarios estarán expuestos a dos palabras consecutivas con el fin de deducir en una milésima de segundo, si suenan idénticas o no.
Las variaciones en las palabras fueron realizadas por lingüistas de la UNAM. Cada vocablo puede sufrir seis tipos de cambios fonológicos ya sea en modo, articulación, sonorización, y se clasifican por nivel de dificultad en difícil, intermedio o fácil.
“Con esto queremos tomar una línea base, que los niños vayan al laboratorio, medir su nivel fonológico y prestarles una tableta durante la intervención (dos semanas). De la línea base a la línea final, esperamos que tengan un cambio en su procesamiento fonológico, porque han sido entrenados en esto”, comentó en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Julia Beatriz Barrón Martínez, estudiante de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Para cumplir con este objetivo se integrarán tres grupos de individuos de cinco años de edad mental aproximada: niños con síndrome de Down que utilizarán la herramienta electrónica, niños con síndrome de Down que no la utilizarán y niños con desarrollo típico, todos expuestos a tres etapas: familiarización, entrenamiento y prueba del juego.
El equipo de investigación realizó un estudio piloto que sirvió para conocer las posibles modificaciones de la aplicación y determinar el nivel de aceptación de los usuarios.
En promedio hemos visto que los niños han respondido 50 por ciento de los ensayos porque es demasiado largo y probablemente se aburren. En desempeño general observamos que casi la mitad de sus respuestas son correctas. En el análisis de palabras y pseudopalabras esperábamos que les fuese mejor en las palabras, pero nos sorprendimos porque su desempeño es muy similar”, agregó.
Con ello, se pretende reducir el número de ensayos presentados a los participantes para evitar el agotamiento; asimismo, implementar reforzadores positivos dentro del juego para motivar la respuesta del participante.
A decir de sus desarrolladores, se trata de un estudio innovador que hace empleo de los recursos tecnológicos, los cuales presentan ciertas ventajas como la movilidad, la portabilidad y la novedad para la población con este padecimiento.
En un contexto internacional se estima que el síndrome de Down ocurre en uno de cada mil 100 recién nacidos, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En México se estima un caso de síndrome de Down por cada 650 nacimientos, según un artículo del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG).
El desarrollo surge derivado de proyectos anteriores en los que familiares solicitaban herramientas con este enfoque. “Al trabajar con población Down los padres comenzaron a preguntarnos cómo mejorar el lenguaje de sus hijos. No teníamos una respuesta certera. Entonces comenzamos a profundizar en la literatura y con lo primero que nos encontramos fue con el proceso fonológico”.
Hasta el momento, el grupo de investigadores no ha pensado distribuir la herramienta a plataformas para aplicaciones móviles, debido a que se requiere de una intervención en el proceso fonológico y sin esta el usuario podría desviar su atención del objetivo. “Nos encontramos en los ajustes experimentales y esperemos que cuando realicemos las modificaciones sea posible su publicación”, dijo.
Para Barrón Martínez, la importancia del proyecto interdisciplinario radica en mejorar las habilidades de lenguaje en población con síndrome de Down mexicana. “Aunado a ello, el proyecto tiene relevancia en la ciencia aplicada lo cual representa el diseño de una herramienta de intervención que será útil no solo para profesionales del ámbito clínico sino también para padres de familia”, concluyó la joven especialista en psicolingüística.
Conacyt
7/02/2016