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Hay quien define el ajedrez como «la gimnasia del cerebro», porque quien lo practica no solo pasa un buen rato y se entretiene, sino que también ejercita y desarrolla sus capacidades cognitivas. "La diferencia es que, en este caso, el músculo que se estimula no es propiamente un músculo", precisa Pablo Martín Peré, el político mallorquín entusiasta de este deporte mental que la semana pasada defendió en el Congreso de los Diputados su reconocimiento como materia escolar. En su apasionada intervención parlamentaria, Martín Peré mencionó algunas experiencias ya en marcha en España, como las que se han implantado en colegios de ciudades como Bilbao y en los de comunidades como Cantabria y Catalunya y -con menor intensidad-, en Aragón, Galicia y Extremadura.
"Aquí, el ajedrez no se ha incorporado como una asignatura por sí misma, con un horario lectivo propio, sino que es una herramienta, una metodología que se aplica sobre todo en el área de Matemáticas", concreta Josep Cortada, director del colegio público Les Aigües de Cardedeu (Vallès Oriental), uno de los centros pioneros del programa Escacs a l'Escola, que promueven la Conselleria d'Ensenyament y la Federación Catalana de Ajedrez, en colaboración con las universidades de Girona y de Lleida.
Les Aigües fue uno de los 11 colegios que iniciaron, hace ya tres años, el programa. Este curso son ya 141 los participantes en toda Catalunya, informa la federación de ajedrez.
Pero también hay escuelas que están utilizando este juego de estrategia para la asignatura de Educación Física (o Psicomotricidad, en la etapa preescolar). "Habrá visto que hay patios de colegio donde, en el suelo, hay dibujado un tablero gigante de ajedrez, que se utiliza para que los niños se muevan por él como si fueran las piezas", resalta Carme Saurina, profesora de la Universitat de Girona y miembro del Observatorio del Ajedrez de esa universidad. A la hora del recreo, el tablero del patio es también escenario para mil juegos.
Maestros en formación
Volviendo a Cardedeu y al colegio Les Aigües: allí, todos los maestros del centro siguen (o han seguido ya) cursos de formación para aprender las reglas básicas del juego. "No es necesario que sean especialistas, basta con que conozcan las cuatro reglas", explica Josep Serra, vocal de la federación de ajedrez, la entidad que imparte los cursos y que ha editado diversos materiales didácticos para orientar a los maestros.
La valoración de la experiencia "es, después de estos tres años, satisfactoria", afirma el director de Les Aigües. "Desde el punto de vista metodológico, el ajedrez nos ha permitido diversificar, introducir actividades distintas para adaptarnos a los diferentes ritmos de aprendizaje de los alumnos", concluye.
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26/02/2015