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Jack, un niño de Barcelona de 11 años, ha recuperado la esperanza de volver a andar después de seis años de operaciones e interminables sesiones de rehabilitación. Un ictus afectó gravemente su capacidad motriz y, con el tiempo, la creciente deformación de las piernas le impedían mantenerse recto. Ahora, el equipo de neurotraumatologia del Institut Guttmann le ha sometido a una operación multinivel, practicando hasta nueve intervenciones simultáneas. La operación se ha hecho después de analizar los patrones de movimiento del paciente al 'laboratorio de marcha', un espacio que analiza en tres dimensiones el movimiento, presión y activación de huesos y músculos. Es la primera vez que se utiliza esta técnica en Catalunya.
"Me duele un poco la rodilla cuando lo doblo, pero este fin de semana ya he ido a la piscina de mis abuelos. Me siento mejor", comenta Jack Wickett, que hace apenas unas semanas que ha empezado a hacer rehabilitación. A finales del mes de junio le hicieron nueve intervenciones en las piernas y empieza a dar los primeros pasos con la ayuda de un caminador y de su monitor.
"El proceso es largo porque la intervención ha sido muy compleja", comenta Carles Molleja, el fisioterapeuta que le acompaña en este "volver a aprender a andar". En los últimos años en Jack caminaba muy flexionado. Doblaba caderas, rodillas y tobillos y ahora el objetivo es que gracias a las correcciones que le han hecho en huesos y músculos aprenda a andar derecho.
"Quieren que estire más las piernas", dice el niño mientras acaba una de sus sesiones diarias de rehabilitación en el gimnasio del Institut Guttmann. Su madre, Sònia Vilarubí, reconoce que se trata de un proceso "largo y doloroso", pero destaca el empujón y la actitud del chico como factor clave en el éxito de la recuperación. "Es muy positivo y no tiene ningún complejo", afirma orgullosa.
Jack lleva seis años visitando el Institut Guttmann, desde que sufrió un ictus que le provocó un daño cerebral importante y le ha llevado varias veces al quirófano. Los médicos bautizan estos casos con el apodo de 'cirugía del aniversario', puesto que se hace la operación, la recuperación y, depués de un año, cuando empieza a poder andar, se le tiene que operar de nuevo de alguna otra disfunción.
En total, se le han hecho nueve intervenciones para corregir la posición de sus piernas y así adaptar el cuerpo a sus posibilidades motrices. "En los últimos dos años habíamos ido atrás porque a medida que ha ido creciendo, la musculatura no cedía más y tenía la movilidad muy limitada porque las piernas se le encogían", explica la madre.
La previsión es que el niño empiece a notar una mejora en medio año y que cuando haga un año de la intervención esta sea efectiva. Este tipo de operaciones se recomiendan para niños de entre 8 y 13 años, cuando el esqueleto ya está bastante maduro, pero todavía es capaz de asumir la agresividad de la intervención multinivel.
La operación de Jack contó con dos equipos de cirujanos y el apoyo del doctor Ignacio Jiménez del Hospital Niño Jesús de Madrid, experto en este tipo de intervenciones. Desde la intervención de Jack ya se ha operado a otra chica en el Institut Guttmann con esta misma técnica y hay cinco pacientes más en lista de espera.
Agencias
30/07/2014