Lleva varios meses de funcionamiento pero faltaba la rúbrica de sus impulsores, la Fundación Solidaridad Carrefour y Walt Disney Company, que han donado el sofisticado material con que cuentan las salas. El centro Snoezelen de Donostia, ubicado en la calle Zubieta 18-20, quedó inaugurado ayer con vocación de convertirse en una sugerente alternativa para niños con discapacidad.

Impulsado por la Asociación de Afectados por la Espina Bífida de Gipuzkoa, entidad que gestiona el centro, está abierto a cualquier niño con necesidad de estimulación sensorial y cognitiva. «Lo que ofrecemos está muy indicado tanto para espina bífida, como niños prematuros, afectados por parálisis cerebral, autismo, síndrome de Down o trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad», explicó Leandro Echeveste, presidente de la Asociación de Afectados por la Espina Bífida de Gipuzkoa. «Atendemos a unos 30 ó 40 chavales, pero podemos llegar a los cien. Nuestra clientela potencial es muchísimo mayor y, si todo va bien, nosotros también podremos crecer».

Dos fisioterapeutas y una terapeuta ocupacional dan servicio al centro. Se ofrecen dos salas con tecnología aplicada al desarrollo sensorial. Los niños podrán jugar y trabajar con elementos de fibra óptica luminosa para el desarrollo de la atención, una cama de agua para fomentar el tono muscular y la relajación , juegos de luces para aprender los colores y llamativos y divertidos elementos de sonido y táctiles. «Se trata de que los niños disfruten sin tener la sensación de que están trabajando», explicaron los impulsores del centro.

La iniciativa se gestó hace hace año y medio. «Percibíamos una falta de infraestructuras para la discapacidad en Gipuzkoa», dijo Echeveste. «Nos pusimos en contacto con la Fundación Solidaridad Carrefour que desarrolla proyectos de ayuda a la infancia. En este caso nos sumamos a uno de la mano de Walt Disney Company».

Furgonetas adaptadas

Como paso previo y en toda España se puso en marcha una campaña de coleccionables de libros Disney por la que se recaudaron 1,2 millones de euros. Como resultado de la iniciativa se han abierto 15 salas en distintas comunidades autónomas y se han donado 12 furgonetas adaptadas. La Asociación de Afectados por la Espina Bífida de Gipuzkoa gestiona una de ellas, con una capacidad de 9 plazas. «Además, se nos han donado bicicletas adaptadas y material informático para las salas».

El centro Snoezelen acoge también la sede de la Asociación de Afectados por la Espina Bífida de Gipuzkoa.

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11/11/2011